En nuestra oficina central contamos con un equipo de profesionales: gerentes de servicios en hogar; manejadores de caso y representantes de servicio al cliente, quienes ofrecen orientación al paciente sobre otros servicios en la comunidad y en el mercado que necesiten recibir.
Igualmente procuramos estar informados sobre los equipos y nuevas tecnologías disponibles para la seguridad del paciente en casa, como:
En nuestra oficina central contamos con un equipo de profesionales: gerentes de servicios en hogar; manejadores de caso y representantes de servicio al cliente, quienes ofrecen orientación al paciente sobre otros servicios en la comunidad y en el mercado que necesiten recibir.
Igualmente procuramos estar informados sobre los equipos y nuevas tecnologías disponibles para la seguridad del paciente en casa, como:
La decisión de solicitar servicios de cuido en el hogar debe estar sustentada por algunos indicadores en el comportamiento de la persona en edad avanzada, además de los síntomas naturales que acompañan a la edad. Como ayuda en este proceso, conteste las siguientes preguntas y envíela por correo electrónico a nuestras oficinas; un representante de servicio al cliente se comunicará con usted para ayudarle. Favor de proveer nombre, número de teléfono o dirección de correo electrónico.
Si usted es la persona de edad avanzada que considera necesita nuestros servicios, siéntase en libertad de llamarnos para una consulta sobre las posibilidades que ofrecemos a través del (787) 735-0361. Si necesita apoyo para plantear la situación a sus seres queridos o familiares, por favor, hágalo antes que su necesidad se acrescente. Pida ayuda a su médico primario, algún trabajador social y/o administradores de programas de ayuda geriátrica en su comunidad. En Puerto Rico, la Procuraduría del Pensionado y Asuntos para la Vejez, le puede orientar también: (787) 721-6121,dirección: ave. Ponce de León, parada 16, edificio 1064, 3er piso Santurce, PR (altos tienda Marsahll’s)
Son muchas las personas de edad avanzada que aún manejan vehículos de motor, por necesidad o por costumbre. La visión, capacidad auditiva, los reflejos y la alerta mental son cuatro elementos determinantes para manejar adecuadamente, sin poner en riesgo su seguridad o la de los demás. Si alguno de estos elementos se encuentran afectados, ya sea por enfermedad o por medicamentos, hay que tomar acción. Traer a colación o mencionar este tema es sumamente delicado. Es recomendable una conversación amable, en presencia de familiares que propicien confianza del envejeciente, de modo que comprenda los riesgos envueltos al manejar un automóvil y logre aceptarlo positivamente.
Un método sugerido para abordar este sensible tema, es ir de compras o dar un corto paseo con el envejeciente al volante. Así podrá corroborar sus capacidades y tendrá un buen punto de referencia para la acción esperada: “pasar o entregar la llave”...